viernes, 12 de marzo de 2010

Marchan contra el Ejército en bastión de La Familia


Los organizadores se ostentaron como profesores e integrantes de la sociedad civil, quienes pidieron también la salida de la Policía Federal de la región; entre los inconformes estaba Alejandro Echavarría, El Mosh.
Al menos mil personas participaron en la movilización contra las fuerzas armadas. Foto: Especial

(Milenio, Ignacio Alzaga, 11/03/2010) México.- En el puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, considerado uno de los bastiones del cártel de La Familia michoacana, cientos de personas realizaron una inédita marcha para exigir el retiro de la Policía Federal y el Ejército, instituciones a las que atribuyen la oleada de violencia en la región. Contra los grupos del crimen organizado no lanzaron una sola crítica.
La protesta representó la reaparición en el activismo político de Alejandro Echavarría, El Mosh. “¡El Ejército a los cuarteles, ésta no es una guerra civil… fuera de aquí la Policía Federal!”, arengaba, micrófono en mano, frente a las instalaciones de la alcadía.
Cuando se percató de que MILENIO lo reconoció, el ex líder estudiantil de la UNAM dijo que había acudido a la marcha “sólo como un padre preocupado” por la estrategia que ha aplicado el gobierno federal contra la delincuencia.
Alrededor de las 16:45 horas, unas mil personas, entre ellas niños y estudiantes, se congregaron vestidos de blanco en la puerta uno de la entrada al malecón para iniciar la caminata sobre avenida Lázaro Cárdenas.
A diferencia de manifestaciones similares que se han realizado en diversas zonas del país para exigir a las autoridades un mayor combate a la delincuencia y más seguridad, el clamor fue la salida de la Policía Federal y de los militares, debido a una presunta serie de abusos.
El ex líder estudiantil asistió como “padre preocupado” por la violencia. Foto: Especial

Los organizadores de la marcha, que aseguraron ser maestros, algunos de la CNTE, y miembros de la “sociedad civil organizada”, dijeron que el detonante de la marcha fue la agresión que sufrió un menor de edad por parte de policías federales.
Odilón Ruiz Gallardo, estudiante de la Escuela Secundaria Técnica 110, recibió el 6 de marzo un balazo en la pierna, cuando acompañado de otras personas se dirigía con su padre para llevarle alimentos. La madre de la víctima, Leonarda Gallardo, afirmó que la bala provino de las fuerzas federales.
Custodiados por elementos de la policía municipal durante el trayecto sobre avenida Lázaro Cárdenas, los manifestantes centraron sus críticas en el presidente Felipe Calderón, la Policía Federal y militares, a las que responsabilizaron de “múltiples atropellos y violaciones a los derechos humanos, con el pretexto de enfrentar al crimen organizado”. Fue la única mención a los grupos delictivos durante la marcha que duró alrededor de hora y media.
Los manifestantes hicieron un alto en el cruce con la calle Francisco Javier Mina, donde se ubica el hotel Sol del Pacífico y se alojan policías federales, para lanzar consignas. Desde la mañana, la calle fue cerrada por los federales, quienes colocaron dos camiones blindados, conocidos como Rinocerontes, para impedir el paso.
Los manifestantes no realizaron ninguna protesta contra organizaciones criminales. Foto: Especial

Durante la caminata se pudo escuchar una grabación en la que se aseguraba que la marcha fue organizada por “la población civil, dejando de lado cualquier interés político electoral, sin banderas partidistas”.
La movilización concluyó frente a las instalaciones del palacio municipal, donde una comisión de inconformes fue recibida por Artemio Yáñez, síndico suplente, quien les dijo que ya han entregado al gobierno federal las peticiones para retirar a las fuerzas federales, aunque señaló que estaban ahí por mandato del Consejo Nacional de Seguridad Pública.
“Nosotros vamos a poner el ejemplo y por lo pronto a más tardar la próxima semana cambiaremos la sede de la policía a un lugar más alejado de la población (sic)”, anunció.


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