domingo, 7 de marzo de 2010

Paro de policías tras ejecuciones en NL

Atentado. Tres policías murieron y uno más quedó gravemente herido en el interior de una patrulla que fue atacada por sicarios. Foto: Notimex

(Domingo 7 de Marzo, 2010) Luego de que un comando armado ejecutó a tres policías uniformados y dejó lesionado a uno en el municipio de San Nicolás de los Garza, unos 200 uniformados de esa corporación del norte de la zona conurbada realizaron un paro de labores en exigencia de mejores condiciones para realizar su trabajo.
Durante la madruga del sábado, un grupo de sicarios llegó hasta la patrulla 430 que se ubicaba en las avenidas Bonifacio Salinas y Avenida D, de la colonia Hacienda Los Morales, y con más de 50 disparos calibre .223 acribillaron a los uniformados.
Como Francisco Alejandro Charles Rodríguez, Francisco Maldonado Ramírez y Luis Eduardo Reséndez Rodríguez fueron identificados los policías muertos, y un cadete quedó lesionado.
En otros hechos, elementos del Ejército Mexicano realizaron una persecución de presuntos sicarios desde el municipio de Apodaca hasta la carretera a Saltillo, en los límites del estado con Coahuila, con saldo de dos detenidos, cuatro heridos y el decomiso de armas, una granada y cuatro vehículos.
Cuando pasaba un convoy militar que observó a una camioneta Grand Cherokee que tenía ponchada la llanta trasera derecha y junto a ella otros vehículos con hombres armados, éstos dispararon a los militares.
Fue asegurada una camioneta Grand Cherokee dorada con placas SEM 7614, con un compartimento especial en la parte posterior para guardar armas largas, y un auto BMW plata con placas SCR 8220. En tanto, en San Nicolás de los Garza, por varias horas los policías protestaron y demandaron mejores garantías para su trabajo, pues dijeron que ni siquiera tienen armas largas para enfrentar al crimen organizado. Acusaron al secretario de Seguridad, teniente coronel retirado del Ejército, Antonio Gamiño Gutiérrez, de abandonarlos y desaparecer cada ocasión que hay momentos difíciles.
“Dinos de qué lado estás”, “Renuncia, mejor vete”, gritaban los policías a su jefe, a quien solicitaban que renunciara.
En un ambiente de tensión, los uniformados elevaron los gritos y reclamos a su secretario de Seguridad, quien iba acompañado de un séquito de escoltas bien armados.
La calma llegó y los policías volvieron a su trabajo cuando se formó una comisión para entrevistarse con el alcalde Carlos de la Fuente y solicitarle armas largas y demás implementos.

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